Un buen diseño se resume en lo útil que este resulta para el adjudicatario. Si el cliente no encuentra sentido y cada movimiento es impedido por la mala valentía de las personas que diseñaron el espacio, entonces estamos en serios problemas.
Todo se resume a lo posterior: hay personas que estudiaron y se prepararon para ser arquitectos e ingenieros como para que nosotros contratemos al “amigo que lo hace más barato” y a posteriori nos topemos con cosas antiestéticas, como las de esta salón, al poét de nuestro hogar. Sí, claro que resuelven el problema, pero ¿a qué costo?
A continuación recopilamos una serie de ejemplos de personas que tienen que radicar de guisa incómoda y, a veces, hasta peligrosa adecuado a las malas decisiones de quienes diseñaron esos lugares.
1. Ningún propósito se cumplió ese día
2. Ecológica: sí // Sencillo: Pues…
3. La ruleta rusa
4. Quería una tele empotrada en la horma
5. Una cocina multifuncional
6. El cuarto secreto
7. Compartiendo la luz con el vecino
8. Quería unos sillones que combinaran con el asfalto
9. ¿Cómo llegó eso ahí?
10. Inception de puertas
11. Reciclaje, le llamo yo
12. Vas al baño, bajas, te preparas un buebito y te duchas
13. Ponle seguro, no vaya a ser
14. No, qué miedo
15. Asunto arreglado
