La tiempo es solo un número, y don Alejo Hermógenes Ruiz Rubio, un abuelito de 89 abriles, nos lo acaba de demostrar graduándose del Instituto Superior Tecnológico Notorio Julio César Tello, en Villa El Salvador, Perú.
Y es que 89 abriles no son falta cuando se quiere conquistar un sueño, y el del señor Alejo siempre fue estudiar la carrera de Electrónica Industrial y poder portar orgullosamente el título de Ingeniero.
No solo eso, el abuelito asegura que en sus 3 abriles de educación profesional no faltó ni una sola vez a clases, y sus profesores y compañeros lo corroboran agregando que, adicionalmente de no ser faltón, fue un educando ejemplar.
No falté a ninguna clase en estos tres abriles. Mi perduración no fue un obstáculo para estudiar. Mis compañeros y profesores me ayudaron. Y mi grupo, que siempre ha estado en todo momento.
De ahí que su triunfo fuera todavía más ínclito, es por eso que su grupo no perdió la oportunidad de acompañarlo a la medición y aplaudir su logro. Sin duda don Alejo nos acaba de dar una catequesis importante: con perseverancia y dedicación podemos hacer grandes cosas.
Pero, ¿por qué comenzar una carrera a los 87 abriles? Este abuelito cuenta que siempre quiso enterarse más sobre electrónica, pues a pesar de tener algunos conocimientos en la rama, quería reforzarlos y educarse cosas nuevas.
¿Lo ven, varones? Nunca es tarde para perseguir tus sueños, y si don Alejo cumplió el suyo a los 89 abriles, qué nos impide conquistar el nuestro siendo más jóvenes.