Las llamadas de broma pueden ser divertidas, al menos para quien las hace. Pero hasta los bromistas saben que hay una segmento que nunca se debe cruzar y esta es marcar con malas intenciones a los teléfonos de los servicios de emergencia. Sin incautación, este hombre no lo entendió, pues no se conformó con hacer una llamamiento, sino que fingió un azar en su moto e hizo que fueran a atenderlo.
El 1 de mayo de este año, aproximadamente de la 1:15 a.m., un adolescente subió a su moto y se le ocurrió la brillante idea de fingir un percance en la avenida Botany, en Mansfield, Nottinghamshire, Inglaterra. El adolescente fingió estar inconsciente, por lo que las personas que transitaban la calle llamaron a los servicios de emergencias, quienes acudieron y cerraron el radio para brindarle atención. Pero eso no es todo, pues cuando “despertó”, dijo que no podía mover las piernas y el costado derecho del cuerpo.
Al durar la ayuda, el pollo fue trasladado a un hospital para hacerle las revisiones pertinentes, pero cuando las autoridades vieron las grabaciones del circuito cerrado del ocupación del incidente, se dieron cuenta de que nunca hubo un siniestro, sino que todo fue una pieza. En el video se ve cómo llega pacientemente, muerto su moto al suelo y se coloca debajo de ella hasta que un coche pasa por el sitio y tiene que detener para no arrollarlo.
Antaño de mostrarle las imágenes, se le interrogó para conocer los motivos de su “accidente”. Pero en la confrontación, admitió haberlo fingido. Por esta razón recibió una notificación y una penalización. Adicionalmente, la policía de Nottinghamshire publicó el video para evitar que otros sucesos iguales se repitan y que los ciudadanos sepan que las calles están vigiladas por un circuito cerrado.
El adolescente cometió un incidente positivamente serio, pues involucró la pérdida del tiempo de trabajo de tres corporaciones de efectivos que se tuvieron que desplazar a la zona para felicitar las atenciones necesarias, lo que pudo ocasionar que delante una emergencia actual, los cuerpos de atención no pudieran proceder de la guisa adecuada.
Esto podría suceder tenido como resultado un retraso en las respuestas a quienes efectivamente lo necesitaban y podría tener tenido graves consecuencias para quienes requerían concurrencia urgente. No solo eso, sino que adecuado a que el adolescente yacía en medio de la carretera, podría tener sido atropellado fácilmente por otro transporte causando peligro para él mismo.
—Gareth James, quien investigó el incidente