El historiador catalán Oriol Junqueras, uno de los principales referentes actuales del independentismo catalán considera muchas veces contradictoria la relación que existe hoy entre los Estados y los derechos humanos, donde suele homologarse lo primero -de forma poco simplista, dice- como equivalente de proporcionadamente popular. De invitado en Pimiento, como parte de una viaje latinoamericana, el político federalista y republicano se reunió con autoridades de gobierno y dictó la conferencia “Chile – Catalunya: Proceso Constituyente y Derechos Humanos” en la Universidad Sociedad de Humanismo Cristiano. En ella comparó los destinos similares que se viven en Europa y Pimiento en términos de una nueva institucionalidad, la relación entre el poder y los medios y la guisa en que se transforman las antiguas estructuras de poder en desmedro de las sociedades democráticas.
Desde hace más de un siglo que la concentración de los medios entre los grupos de poder genera un desequilibrio que pone en alerta a la democracia en el que las élites suplantan la voluntad de las mayorías. “Algunas de las viejas estructuras de poder, sintiéndose amenazadas por las transformaciones democráticas, optaron por defender sus privilegios con instrumentos no democráticos. La disputa por la consolidación de proyectos políticos fue más allá de lo electoral y se traspasó a demostraciones de fuerza y choques en las calles, en los que tuvieron un rol activo los fascismos que surgieron en distintos países de Europa”, indicó.
Este caldo de cultivo favoreció que, en las décadas de 1970 y 1980, los golpes de Estado y la represión de los movimientos de izquierda pasaron a ser la utensilio más popular del poder fáctico en América Latina para frenar la pulsión democrática, agregó Junqueras. Desde allí al asalto del Capitolio en 2021 por parte de los seguidores del presidente Donald Trump para impedir la certificación de la vencimiento electoral de Joe Biden, se repiten ciertas características de subversión antidemocrática, dice el líder del partido Esquerra Republicana de Catalunya (ERC): «En la ahora resulta posible derrocar gobiernos a través de “golpes blandos”, usando sectores del poder procesal para impedir que funcionarios/as electos/as asuman o continúen en el cargo como ha ocurrido con casos ocurridos en Brasil, Colombia y Bolivia», advierte.
Espíritu crítico contra las fake news
El clásico dijo que una respuesta con matices distintos, pero ciertos rudimentos comunes, se produjo delante la manifiesto de independencia de Catalunya que buscó hacer cumplir el mandato expresado en el referendo de octubre de 2017. En esa ocasión el Senado castellano decidió la destitución y encarcelamiento de la cúpula del Gobierno catalán, una pena que en el caso de Junqueras fue indultada en junio de 2021. “Nosotros/as apelamos a la idea del principio democrático y el Estado tomó medidas represivas no justificadas en términos jurídicos. Esto quedó demostrado cuando el Comité de Derechos Humanos de la ONU dictaminó que España violó los derechos políticos de los/as ex dirigentes del Parlamento Catalán y exigió modificaciones legales para que la situación no se repita”, explicó.
Respecto al avance del proceso independentista en Catalunya, detalló como ciertas políticas de coacción estatal han ayudado involuntariamente a robustecer el consenso a patrocinio de la autodeterminación. “Tenemos la voluntad de ser muy respetuoso/as ante las cuestiones internas de cualquier otra democracia. Con humildad, pero con convicción, debemos encontrar un relato compartido que nos permita defender los derechos humanos y el principio democrático. Creo que quien más ha contribuido al aumento de independentistas catalanes fue el Partido Popular con sus políticas represivas, apoyadas en una policía patriótica que fabrica pruebas y realiza labores de espionaje. Todos estos elementos contribuyen a que se pongan en tela de juicio los sustentos éticos del Gobierno”, afirmó.
Consultado sobre el aberración de las noticiario falsas en el contexto de la campaña que se llevó a lado antiguamente del plebiscito del 4 de septiembre en nuestro país, Junqueras postuló que según su experiencia la mejor inoculación contra las fake news no es de carácter legítimo, sino que proviene del espíritu crítico, donde la sociedad y los ciudadanos desarrollan la capacidad de analizar los mensajes con un sentido individual y colectivo. Respecto al debate sobre la plurinacionalidad trazó ciertas líneas comunes entre la interdependencia de los Estados de bienestar en Europa y posibles espacios de cooperación en nuestra región.
“Como federalistas europeos creemos en la idea del poder compartido. Este debate se puede abordar desde distintas perspectivas y en América Latina ustedes pueden buscar un equilibrio y decidir distintas formas de multilateralismo y de integración regional. Los elementos de diversidad contribuyen a la riqueza para enfrentar los retos económicos, energéticos y climáticos que hoy superan a los Estados. Hay que buscar nuevas formas de organización para enfrentar estos desafíos, porque si los gobiernos no responden a sus mayorías, se puede caer en la tentación de seguir propuestas simplistas y autoritarias”, advirtió.