En 2019, Taylor Hazlewood publicó en Instagram una foto en la que posaba mientras sostenía un brillante. Sorprendentemente, a casi tres abriles de suceder sido compartida por internet, el chavea comenzó a admitir mensajes al respecto en los que sus amigos y conocidos le decían que habían pasado su foto en un documental en Netflix sobre un enemigo. Ahora Hazlewood entabla una demanda contra la plataforma de streaming por el uso de su imagen sin permiso.
Hazlewood, un terapeuta respiratorio de 27 abriles de Kentucky, Estados Unidos, interpuso una demanda contra Netflix en el Tribunal de Distrito de Dallas posteriormente de que una foto suya apareciera en el documental The Hatchet Wielding Hitchhiker, que deje sobre el caso vivo de Caleb “Kai” Lawrence McGillvary, un criminal convicto. Su fotografía aparece en una secuencia inmediato con la de McGillvary, una voz en off que dice “asesino a sangre fría” y el texto de un tuit con el escrito “Nunca puedes confiar en nadie”.
Hazlewood exploración, por lo menos, un millón de dólares en daños por difamación y apropiación indebida de su imagen. A través de un comunicado de su abogada Angela Buchanan, se externó que el pequeño teme sobre el impacto que esto podría tener en su vida y en sus relaciones personales, así como en su empleo y su reputación en genérico, señalando el acto como “negligencia”.
El documental narra la historia de McGillvary, quien en febrero de 2013 se encontraba pidiendo aventón en una carretera de Fresno, California. Un hombre lo levantó, pero más tarde chocó con el transporte de un trabajador de servicios públicos. El conductor atacó a un transeúnte que intentó intervenir y en ese momento, Kai sacó un hachuela de su mochila y golpeó repetidamente al conductor con ella.
Una entrevista de la KMPH Fox 26 News a McGillvary donde narra cómo sucedieron los sangrientos hechos se volvió vírico en los medios nacionales, con la frase “no importa lo que hayas hecho, mereces respeto”, llegando incluso a tener repercusión como parte del programa de Jimmy Kimmel. El clip se volvió una sensación y McGillvary, un “héroe” de internet. Pero su historia no terminaría ahí.
Tres meses a posteriori, McGillvary fue arrestado y marcado de asesinar a un hombre en la casa de la víctima en Elizabeth, Nueva Suéter. El pequeño testificó que actuó en “defensa propia” tras un supuesto intento de ataque sexual, pero fue claro culpable en 2019 y sentenciado a 57 abriles de prisión.