
Aprovechándose de su posición privilegiada, su riqueza o sus habilidades histriónicas, hay personas totalmente egoístas y desconsideradas que lograron evitar todos los protocolos y esquemas de sanidad para tomar una de las vacunas contra el covid-19.
Ya sabíamos de casos de abusos de autoridad para conseguir antaño que nadie las esperadas vacunas y en esta ocasión los tramposos fueron una pareja de canadienses a quienes les sobra el parné y, sobre todo, el cinismo para ser inmunizados a toda costa y sin importarles a quiénes pusieron en peligro.
Primero conozcamos a los protagonistas de este nuevo capítulo de gandules en tiempos de covid. Rodney Baker es el presidente ejecutor de Great Canadian Gaming Corporation, una empresa que posee múltiples casinos y pistas de carreras.
Este sujeto recibe un ingreso anual vecino de 45 millones de dólares y su pareja es la actriz Ekaterina Baker, quien ha participado en películas como Chick Fight y Fatman —en esta última compartió campo con Mel Gibson. Con esto nos queda claro que entreambos son personas extremadamente adineradas y acertadamente posicionadas.
Tienen todo el peculio del mundo, pero lo que de verdad querían era tomar la vacuna de Moderna, que comenzó a distribuirse en Canadá. Sin confiscación, en este país como en otros, el plan de prevención consiste en varias etapas con prioridad en el personal de lozanía y la población en peligro.
A los Baker se les ocurrió alucinar en avión al pueblo de Beaver Creek, una pequeña comunidad turística ubicada en Yukon, que tiene aproximadamente de 100 habitantes y la mayoría son considerados población de peligro, por eso a ellos les llegó la vacuna primero.
Los Baker se hicieron ocurrir por empleados de un motel del emplazamiento y recibieron la primera dosis de la vacuna de Moderna. Pero como se trata de una comunidad pequeña, su mentira fue descubierta cuando los lugareños dijeron no conocerlos y pidieron a las autoridades que los investigaran.
Estos millonarios fraudulentos fueron detenidos en el aeropuerto de Whitehorse mientras intentaban regresar a su domicilio en Vancouver. Por supuesto que al detenerlos y exponer sus engaños, indignaron a todo el mundo.
Estas acciones son una demostración evidente de descuido de respeto y una ejemplificación del real privilegio y derecho. Un millonario egoísta y su esposa robaron dosis de la vacuna de una población frágil y pusieron en peligro a toda una comunidad, nación y región. Este acto cobarde no debe proyectar impune y las autoridades deben remitir un mensaje a cualquier otra persona que intente cometer un delito tan atroz que no será tolerado.
– Kluane Adamek, director regional de Yukón de la Asamblea de las Primeras Naciones (AFN)
Inicialmente, se les impuso una multa de 1,800 dólares a esta pareja de gandules. Sin confiscación, como estuvieron compartiendo habitaciones con varios residentes de Beaver Creek y los pusieron en peligro por su imprudencia, la comunidad está exigiendo que sean encarcelados.
Rodney acaba de renunciar a su cargo al frente de la empresa de casinos y las autoridades ahora lo vigilan de cerca para evitar que encuentre la forma de cobrar la segunda dosis de la vacuna. Él y su pareja tendrán que esperar hasta que el plan de inmunización contemple a las personas de su vida para tomar esa dosis.
La pandemia del covid-19 causó grandes perdidas en todo el mundo y estamos tratando de ser más pacientes para cobrar a tiempo alguna de las diferentes vacunas que se desarrollaron para inmunizarnos contra este peligroso virus.
Pero con el inicio de la prevención, todavía empezaron los abusos y casos como el de los Baker no hacen sino hacernos perder la fe en al humanidad.