Para muchos estudiantes ha sido muy cómodo el tomar las clases virtuales durante la pandemia, ya que cuentan con una casa confortable, computadora, tableta y teléfono, encima de una buena señal de internet, pero desafortunadamente estas comodidades no son para todos, así que hay quienes tiene que echar mano de los fortuna que tienen para seguir con sus estudios, aunque eso signifique deshacerse del hacienda más preciado para todo impulsivo: sus juguetes.
Como está pasando en muchos casos, Mario, estudiante de sexto escalón de primaria en Ciudad Tablón, Tamaulipas, México, usaba el teléfono de su mamá para seguir sus clases en radio, pero como ella se dedica a la traspaso y entrega de varios productos, necesita tener el máquina para permanecer contacto con sus clientes, así que se complicaba el que su hijo lo utilizara en los horarios en que se comparten los contenidos escolares.
Delante esta situación, el pequeño pensó en una decisión y no encontró otra salida más que poner a la saldo su querida colección de juguetes. Puso una mesa fuera de su casa, colocó sus juguetes y un cartel en el que pedía el apoyo de la clan para poder comprar su tableta y así seguir con sus clases virtuales, lo que de inmediato se hizo vírico, pues deje del esfuerzo que le pone este jovencito al ser capaz de desprenderse de las cosas que más le gustan con tal de seguir con su formación educativa.
Como su mamá vende zapatos y baguetes tiene que estar al irresoluto de que llegue algún pedido a su teléfono, y cuando sale a hacer entregas se debe sobrellevar el maquinaria, así que eso deja a Mario sin oportunidad de continuar con sus deberes escolares. La publicación en Facebook ha tenido muchos comentarios, aunque todavía no sabemos cómo le ha ido con la cesión, pero esperamos que como sucede en estos casos, algún se anime y le regale la tableta para que no tenga escazes de traicionar sus juguetes.
Acciones como estas son las que se deben apoyar y premiar en los niños y jóvenes, así que no dudamos en que alguna alma caritativa o una empresa se decida a regalarle el equipo que necesita para que pueda continuar estudiando, y de paso, se vale soñar, que incluso le regalen más juguetes como un inspección a su argumento, que se ha convertido en un real ejemplo para quienes se creen vencidos por no tener los medios, y incluso para que quienes sí los tienen, los valoren.