Operación Islas Vírgenes: la millonaria venta que hizo el Presidente Piñera de su parte de minera Dominga a su amigo Carlos «Choclo» Délano en paraíso fiscal

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El presidente Sebastián Piñera tiene entre sus negocios offshore la compraventa en Islas Vírgenes Británicas (BVI) del esquema minero Dominga, una operación que involucró al patrón y uno de sus históricos amigos Carlos Alberto «Choclo» Délano.

El Mandatario negoció en un paraíso fiscal la compraventa del polémico megaproyecto minero, según reveló este domingo una investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).

La revelación surge de los llamados «Pandora Papers», un trabajo del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) que tuvo a LaBot y a CIPER a cargo del capítulo chileno. La investigación, un trabajo que apunta a tres presidentes latinoamericanos en activo y 11 retirados que escondieron millonarias fortunas para no remunerar impuestos, apunta a que la comunidad Piñera Morel fue la longevo socio de este plan minero que vendió al patrón Carlos Alberto Délano, uno de los mejores amigos de presidente.

El Presidente Sebastián Piñera y el patrón Carlos Alberto Délano son viejos conocidos. Según publicó El Mostrador, se conocieron estudiando Ingeniería Comercial en la UC y forjaron una amistad que se prolonga por 46 abriles. Han viajado por el mundo unido a sus familias. Délano lo acompañó cuando Ricardo Claro apretó play en la radiodifusión Kioto y sepultó su aspiración presidencial. Délano increpó al fallecido abogado y le dijo “eres una bosta”. En la casa de Délano su amigo acordó bajarse de la carrera senatorial por la V Costa. Délano fue parte del llamado «tercer firme». Se hacen bromas. Se quieren. Se apoyan.

En su relación destaca que se juntaban en sus veraneos en La Serena, unos 60 kilómetros al sur de uno de los negocios en el que, abriles más tarde, sus familias invirtieron juntas: Minera Dominga.

Según trascendió en los documentos revelados, en sus inicios, Piñera, su clan y Délano reunían el 56 % de las acciones del negocio, siendo el 33 % del flagrante presidente y de su grupo, que eran los principales accionistas.

El reparto de los derechos se mantuvo hasta diciembre de 2010, según apunta la monopolio, año en el que Délano compró por 152 millones de dólares el porcentaje de todos los socios, incluido el de Piñera, que entonces llevaba nueve meses en el poder para su primer mandato no consecutivo (2010-2014).

Una parte de la transacción se selló con un certificado firmada en Pimiento por 14 millones de dólares y otra en las Islas Vírgenes Británicas por 138 millones de dólares, de acuerdo al ICIJ.

En el paraíso fiscal se firmó un acuerdo que establecía un cuota en tres cuotas y, para cumplirse la última, no tenía que favor cambios regulatorios que obstaculizaran la instalación de la mina y su puerto.

Al ser preguntado por la responsabilidad Piñera por los medios a cargo de la investigación, el jefe de las empresas de la grupo presidencial aseguró que el mandatario no maneja sus negocios desde hace 12 abriles, que no fue informado del proceso de saldo de Dominga y que la investigación procesal que se abrió en su momento sobre la operación acabó en sobreseimiento.

El megaproyecto minero Dominga se aprobó el pasado agosto por una comisión ambiental y el apoyo de diez secretarios regionales ministeriales, tras ser rechazado en 2017 por el Gobierno chileno de Michelle Bachelet y por un tribunal ambiental.

Tras una demanda que había interpuesto la empresa responsable del plan, Andes Iron, en contra del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), se dio luz verde a la criticada iniciativa, que indagación construir una mina de hierro y cobre que produzcan más de 150.000 toneladas minerales.

Piñera, quien es una de las mayores fortunas del país y dejará el poder en marzo de 2022, es cercano al ecuatoriano Guillermo Laso y el dominicano Luis Abinader uno de los tres mandatarios latinoamericanos en activo salpicados por esta investigación, que ha vuelto a remecer al mundo posteriormente de los Panamá Papers de 2016.

Todavía se encuentran merienda exmandatarios de la región, entre los que se destacan los colombinos César Gaviria y Andrés Pastrana, el peruano Pedro Pablo Kuczynski, encima de otras 90 autoridades de parada nivel.

La indagación cobra singular relevancia en Latinoamérica, donde cada año se le escapan al fisco más de 300.000 millones de dólares en diversión de impuestos, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Del resto del mundo, se apunta al rey Abdalá II de Jordania, que gastó 100 millones de dólares en casas de fastuosidad en California y otros lugares; líderes de República Checa, Kenia y Rusia y multitud de personajes de la esfera pública que ocultaron a las autoridades propiedades y plata en efectivo.

Los «papeles de Pandora» contaron con la décimo de 150 medios de comunicación de todo el mundo y 600 periodistas que han examinado 1,9 millones de documentos.

Según el administrador del clase empresarial de Piñera, el presidente no maneja sus negocios desde hace doce abriles y no fue informado sobre esta saldo.

En cuanto a Délano, el socio original de Piñera en el esquema Dominga y luego su propietario definitivo, envió un detallado documento redactado por sus asesores y consignado por El País. Explican allí que fueron los gestores del fondo que originalmente era dueño de Dominga (el Fondo de Inversión Privado Latin Minerals) quienes estructuraron su propiedad en Islas Vírgenes Británicas porque la idea diferente era venderla a compradores extranjeros. «Las sociedades de la clan Délano que adquirieron el plan Dominga cumplieron todas las obligaciones de proclamación y/o cuota de impuestos que eran aplicables a esa operación», aseguraron.

Consultados por el suscripción de la última cuota, subrayaron que correspondía solo al 6,5% del total del precio de traspaso y que las negociaciones se hicieron directamente con el Fondo de Inversión que vendió Dominga. Si admisiblemente no mencionaron que quién firmó el arreglo, a nombre de dicho fondo, fue Nicolás Noguera, el hombre que lleva delante la trámite de las empresas de Piñera, desde donde descartaron cualquier relación del presidente con la operación.