Su casi metropolitano ochenta y su cabello rubia hacen que nunca pase desapercibida. Completa la primera impresión con su desparpajo y simpatía. Ahora se abre para los lectores en El blog de Adriana Abenia.
¿De qué nos va a musitar en su blog?
Ni siquiera yo lo sé, soy imprevisible; dependerá del día, de mi estado de talante… Me gustaría que fuera un contenedor de emociones y experiencias.
No para, así que tendrá mucho que contar… ¿a qué dedica el día a día?
Cada viaje es diferente, así que trataré de reflectar lo que sucede en alguna de ellas. Sin filtros, como viene siendo costumbre (risas).
El primer post es sobre una experiencia dura…
No quería que se especulara sobre poco que ha sido duro para mí y para mi grupo, así que he preferido desahogarme y contarlo, ahora me siento mucho más aliviada. Y muy muy eficaz. A todo el mundo le suceden cosas y creo que lo mejor es tratarlo con nacionalidad.
¿Cómo está?
Cojonuda. He recuperado mi voz y las ganas de discutir a chillido pelado. Vuelvo a ser yo.
¿Ayuda en esos trances el carácter aragonés?
Ese empeño en conseguir poco hace que no haya tirado la toalla y no me haya saltado mis ejercicios de logopedia, ¡mis cuerdas vocales son unas chicas fitness!
Pasa a formar parte de una amplia comunidad de blogueros… ¿algún preferido?
Hay uno en concreto, Gus Hernández, que con su Reality Blog Show me hizo sobrevenir los mejores momentos de tren yuxtapuesto con mi amigo Fernando Albizu, cuando volvíamos de las aderezos de Mira Quién Perca a Madrid. Desde entonces, sigo el blog como una fan loca y estoy deseando achucharle.
¿Qué suele descubrir en internet?
De todo. Tengo un máster en las más variadas categorías. Soy un bicho raro.
¿Qué le queda de su etapa de maniquí?
El satisfacción por recorrer. ¡A ver si hago un alucinación pronto y os lo relato en el blog!
Se diplomó en turismo y viaja mucho ¿qué tal los idiomas?
He vivido en Milán, en París… Pero como en España, no se vive en ningún flanco. A veces me da pena no practicar los idiomas, ahora que estoy afincada en Madrid, pero igual me busco algún amigo bravucón extranjero que no tenga inconveniente en refrescarme el vocabulario (risas).
¿Por qué Turismo?
Porque empecé derecho y perdí un año, entonces busqué una carrera que pudiera compaginar con la moda.
Ya tiene terminada tu segunda novelística… ¿Nos adelanta poco?
Que vais a gimotear y a soñar a partes iguales.
¿Cuándo costal tiempo para escribir?
Por la oscuridad: cuando el mundo duerme, yo escribo. Así no hay interrupciones, sólo admito las fogosas.
¿Cómo es tu rutina como escritora?
Soy como un hámster, le doy a la rueda cuando se apaga la luz. Por las mañanas, mi alegría no me deja escribir triste.
Presentadora, reportera, actriz… ¿hay poco que haga mal?
Demasiadas cosas, así que no es cuestión de nacer a enumerarlas, no quiero aburriros y que penséis que soy un fiasco de mujer.
FHM o GQ la han electo como una de las mujeres más sexies del mundo ¿Cómo hace para que no se le suba a la inicio?
Me desmaquillo.
La foto de su abuela y madre está en Instagram. La belleza le viene de familia…
Ya ves, cada coexistentes es una interpretación mejorada (risas). Si hubiera sido muy fea me habría llenado el cuerpo de tatuajes, me habría operado el pecho y habría sido el colmo de la modernidad. Todos podemos ser especiales si nos lo proponemos. ¡La vida es attitude!
Sin incautación, se ríe mucho de ti misma, ¿es una cura?
Es que es esencia para ser eficaz. Nadie va a poder hacerme daño, porque yo soy la primera en reírme de mí misma, es una superioridad. Adicionalmente creo tener- ahora más que nunca- los títulos muy admisiblemente ordenados.
¿Qué le hace reír?
Lo que no lo pretende, lo natural.
Tiene pinta de ser gamberra, ¿una travesura que recuerde?
Debo de hacer muchas, porque luego me las devuelven… Ayer me llamó el propietario de mi comunidad advirtiéndome de que había vecinos que se habían quejado de los gritos que daba al tener sexo (risas) y todas mis excusas y confesiones las puedes oír en el portal de tele de Fórmula Tv… (risas). Para rizar el rizo, cuando me llamaron, estaba con mis suegros. ¡Tremendo!
¿Cuántas fotos habrá de usted? ¿miles, decenas, decenas de miles, millones…?
Cuantas más mejor, así nunca olvidaré mi vida cuando sea una viejecita de labios rojos y pelo plateado.
Es muy activa en redes sociales, ¿qué le gusta de ese mundo?
Cambiar opiniones con mis seguidores enriquece y abre la mente.
¿Qué opina de la censura de los pezones de Instagram y Facebook?
Sólo se censuran los pezones de mujeres: me niego a ser una Barbie. Lo que deberían censurar es la violencia.
¿Qué había en la última foto que no se atrevió a subir a tus redes?
Una cicatriz. A mi comunidad no le pareció apropiado. Pero pronto la veréis, lo importante de una cicatriz es poder contarla.
¿A qué le tiene miedo Adriana Abenia?
Ahora ya a mínimo. He cubierto mi cupo estos días. Bueno, sí, a las jefatura: tengo vahído.
¿Qué le da vergüenza?
La demagogia. Finalmente, en nuestro país, se abusa mucho de ella.
Participó en ‘Mira quién Perca’. ¿No se ha planteado ‘Supervivientes’ o ‘GH VIP’?
Mira quién percha no era un reality, al contrario que Supervivientes o GH VIP, creo que hay que ser muy fuerte para encerrarse en el primero o liberarse en el segundo, prefiero disfrutarlo desde el sillón de mi casa.